lunes, julio 13, 2009

Dame un beso grande (smoke now, drink later)


Fue un sábado por la tarde. Llegué del trabajo cansada. La semana se me había hecho demasiado larga y con los calorones de este maldito desierto lo mejor fue llegar por unas cervezas que metí al refrigerador. Estaba dentro del baño, cuando algo extraño escuché. Era mi hermanita que llegó con su novio.

Mis padres se habían ido de viaje. Papá es trovador y toca en un bar. Por él sabemos de Silvio, Serrat, Pablito Milanés. Pues bien, del bar lo invitaron para una fiesta del dueño, por eso se fue y, se llevó a mamá. De seguro regresarían el domingo, dijeron. Ellos pertenecían a la época en que se hablaba de la revolución cubana, los derechos sociales y el feminismo. Aún había restos de ello después de tantos años de matrimonio.

En fin que mi hermana se puso a ver películas con el novio. Yo fui a encerrarme a mi cuarto. Coloqué las cervezas en una cubeta con hielo en cuadritos para mantenerlas frías. Desnuda sobre la cama escuchaba a Edgar Oceransky.

Me encontraba en la última cerveza cuando sonó el teléfono. Era un amigo que llamaré aquí solo como el vacacionista. Nos habíamos conocido en un curso de verano. Después de un par de años regresó.Preguntó que qué hacía y que si sería bueno vernos. Era ya de noche. Así que le dije muy valiente que no había problema. Al asomarme a la sala, la televisión estaba encendida, sobre la mesa había una vasija con palomitas y un refresco de dos litros. A ellos no los vi pero supuse que se encontraban recostados en el sillón.Salí. Es decir, me escapé. Antes de eso volví a poner el disco de Edgar. Brinqué por una ventana. El vacacionista ya me esperaba en un coche. Me invitó a su cuarto.

Como yo ya andaba media ebria me sentía de lo mejor. En mi cabeza retumbaba dulcemente Un beso grande de Oceransky. El aburrimiento pasó así que casi no platicamos y nos dejamos llevar. Al parecer él también había tomado. Su cuarto tenía varias botellas vacías de cerveza y papas fritas. Nuestros cuerpos al encontrarse como que se reconocieron.

Creo que a veces las mujeres tenemos la culpa pero ellos también. Ellos por buscar sólo su placer sin tomarnos en consideración más que para el galanteo. Nosotras, porque se dice por ahí que la que lo quiera pues que lo trabaje. Quiero decir que no solamente es cuestión de trabajar en ello, sino en dejarte llevar, relajarte, de no pensarlo mucho, no solo concentrarte en lo que estás haciendo sino en lo que estás sintiendo.En fin, que tuve esa aventurilla con el vacacionista, aunque el afamado amigo, ni siquiera llegó.

Regrese a casa. En la sala mi hermana y su novio dormían con la televisión encendida, mis padres seguían sin llegar y el disco de Oceransky continuaba girando. Todo perfecto. Fue una linda travesura que guardo dentro de mí y que no comparto con nadie. Tú has sido el primero. Pero sigo creyendo, que las cervecitas hicieron su efecto.

1 comentario:

Nenitz dijo...

Excelentes ambas publicaciones... pero estoy segura que pronto habrá una mejor!!! ;)